lunes, 11 de febrero de 2008

Drama pasional: un hombre le disparó tres veces a su pareja y se quitó la vida


Ocurrió ayer a la madrugada luego de una violenta discusión. El hombre disparó varias veces, pero un solo proyectil hirió a la víctima. Horas más tarde fue hallado sin vida.


RECREO. Una mujer de 52 años fue baleada por un hombre con el que mantenía una relación sentimental y quedó gravemente herida; en tanto que el agresor, luego se quitó la vida dramáticamente. El hecho ocurrió durante la madrugada de ayer en la zona sur de la cabecera departamental de La Paz y las dos víctimas del drama pasional fueron identificadas como Ernestina Santillán y Carlos Ferreyra, de 42 años, dos personas de humilde condición que llevaban una tormentosa relación.
El fatal desenlace fue el corolario de una historia violenta. La pareja mantenía una relación desde hacía tiempo y en varias oportunidades se habían producido discusiones subidas de tono y agresiones mutuas, aparentemente por cuestiones del celo. La noche del sábado, el caso fue similar.
Según confirmaron fuentes policiales, durante esa jornada Ferreyra había estado desde horas tempranas en las competencias de carreras cuadreras, donde fue visto consumiendo alcohol. Ya en horas de la noche habría regresado a su casa, donde vivía solo, y también allí se hallaron vestigios de que había continuado bebiendo.
En estado de ebriedad, poco después de la medianoche del sábado se dirigió hacia la casa de Santillán, ubicada a 70 metros de su casa, más precisamente en el barrio Las Parcelas, en el sector sur de la ciudad de Recreo.
Santillán, que vive con una hija ya mayor de edad, ambas solas en una precaria casa que anteriormente había sido un horno de carbón, ahora mínimamente acondicionado como vivienda, lo recibió y a poco de llegar, habrían comenzado una cruenta discusión.
Según contó la hija de Santillán, la pareja salió de la casa y se dirigieron por un camino de tierra para internarse hacia el monte y allí siguieron discutiendo violentamente. Aunque no hubo testigos presenciales del hecho, la joven contó que alrededor de la una de la madrugada escuchó reiterados disparos de arma de fuego, y como tenía conocimiento de que Ferreyra estaba armado, salió a buscar ayuda y llamó a la policía, porque temía que algo le hubiera ocurrido a su madre.
Al cabo de unos minutos, un móvil de la Comisaría Departamental llegó al lugar del hecho junto con una ambulancia. Los efectivos se internaron por el camino que había tomado la pareja y a unos 200 metros de la casa, encontró tendida a Ernestina Santillán con una herida sangrante en el tórax, por lo que fue rápidamente asistida.
En un primer momento la mujer fue trasladada hacia el hospital local, Liborio Forte, donde se confirmó que tenía un orificio de bala con entrada y salida en la caja toráxico. Dada la gravedad de la herida, los médicos determinaron su traslado hacia el Hospital San Juan Bautista de la ciudad Capital, donde quedó internada.

Sin vida

El hecho fue puesto en conocimiento del fiscal de instrucción subrogante, Aldo Reartes, quien ordenó en primer momento la detención de Ferreyra. Alrededor de dos horas después del hecho, efectivos policiales volvieron a la casa de la víctima y encontraron a Ferreyra sin vida, ahorcado en el patio de la casa de Santillán. Todos los indicios confirmarían que se trató de un suicidio.
A pocos metros del cuerpo, se encontró también el arma con la que aparentemente Ferreyra había tratado de ultimar a la mujer. Se trata de un viejo revólver calibre 32 color plateado con la empuñadura rota y envuelta en cinta plástica verde.
En el interior del tambor había tres vainas servidas, que serían las que detonó cuando le disparó a su mujer y una cuarta bala que si bien tenía signos de haber sido percutada, el proyectil no fue disparado, posiblemente por la antigüedad de las balas.
El violento caso conmovió a los vecinos de Recreo. Según se pudo saber, Ferreyra era un jornalero que vivía del trabajo rural, en tanto que Santillán se ocupaba como empleada doméstica en distintas viviendas de la ciudad de Recreo.

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